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La campaña 2024/2025 de aceite de oliva se encamina hacia un cierre con unas existencias finales notablemente inferiores a las registradas en los últimos ejercicios. Según los últimos datos analizados por Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, el stock de enlace a nivel europeo podría situarse en 371.586 toneladas, lo que representa una caída del 30% respecto a la media de las últimas cinco campañas. En el caso específico de España, el enlace final se estima en 295.389 toneladas, un 18% inferior al promedio del periodo 2020-2025.
Este descenso en las existencias se produce a pesar del buen ritmo de comercialización registrado durante la campaña. Según los datos publicados por la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), las salidas al mercado en marzo alcanzaron las 139.400 toneladas, lo que supone un aumento de 50.100 toneladas respecto al mismo mes de 2024. Con esta cifra, las salidas acumuladas en los seis primeros meses de campaña ascienden a 727.700 toneladas, consolidando una tendencia positiva en la comercialización.
La producción final se queda corta en los principales países productores
A esta situación se suma una producción final más baja de lo previsto en los principales países productores. En Portugal, los datos indican una caída del 10% respecto a la estimación inicial, mientras que en Grecia la producción acumulada también se encuentra por debajo de las previsiones. En el caso de España, las cifras actuales no permiten asegurar que se alcanzarán las 1.420.000 toneladas estimadas por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).
La combinación de estos factores —menor producción y salidas sostenidas— presiona de forma significativa el mercado de cara al arranque de la próxima campaña, en octubre de 2025. Según Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, esta situación “no es aventurado afirmar que el mercado estará muy tensionado hasta los primeros compases de la próxima campaña (2025/2026)”.
Italia incrementará su dependencia del aceite de oliva español
Italia es uno de los países donde la situación resulta especialmente delicada. Con niveles de existencias mínimos históricos, el país deberá recurrir en mayor medida a la importación para garantizar el abastecimiento del mercado interno. De hecho, las importaciones italianas de aceite de oliva español entre octubre y febrero se sitúan en 126.000 toneladas, en línea con la media de las últimas cinco campañas.
Si se mantiene esta tendencia, Italia podría necesitar hasta 180.000 toneladas adicionales de aceite español antes del final de campaña, a un ritmo de 25.000 toneladas mensuales. Esto obligará al mercado a compensar la demanda con importaciones de terceros países, lo que supondría un aumento significativo respecto a ejercicios anteriores.
Un arranque de campaña 2025/2026 condicionado por la tensión del mercado
La suma de una producción menor a la prevista, un enlace de campaña corto y un ritmo de salidas sostenido apunta a un escenario de máxima tensión de mercado en los meses previos a la campaña 2025/2026. La situación plantea desafíos para la planificación comercial y logística de todo el sector olivarero europeo.