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La Asociación Española de la Industria y el Comercio Exportador del Aceite de Oliva (ASOLIVA) ha expresado su preocupación y rechazo tras conocerse la decisión de la Administración estadounidense de imponer aranceles del 15 % a todos los productos procedentes de la Unión Europea, sin distinción ni salvaguardas para sectores estratégicos como el del aceite de oliva.
Aunque aún se desconocen los detalles del acuerdo final, esta medida representa una grave distorsión del mercado internacional, que afectará directamente a los exportadores europeos, y de forma especialmente significativa a España, principal país proveedor de aceite de oliva a Estados Unidos. Esta decisión, que rompe el principio de reciprocidad comercial, amenaza con comprometer el acceso al que hasta ahora ha sido un mercado insustituible y estratégico para el sector oleícola español.
EE. UU.: un mercado clave para la competitividad del aceite de oliva español
Estados Unidos consume anualmente alrededor de 430.000 toneladas de aceite de oliva, de las cuales, aproximadamente 300.000 toneladas provienen de España, tanto de forma directa como a través de otros países. Su producción nacional apenas cubre el 3 % de su consumo, lo que le convierte en el mayor importador mundial de aceite de oliva y en un destino prioritario para los exportadores españoles.
La imposición de este arancel adicional del 15 % supone un grave perjuicio para la competitividad del producto español, ya que sitúa a nuestros aceites en desventaja respecto a los procedentes de países extracomunitarios como Marruecos o Turquía, cuyos productos estarían sujetos —al menos de momento— a un gravamen inferior del 10 %.
Impacto en precios y consumo: riesgo real de sustitución del producto español
Desde ASOLIVA se alerta de que este nuevo escenario arancelario se traducirá inevitablemente en un aumento de los precios en los lineales estadounidenses, una carga que deberá ser asumida por el consumidor final. Aunque el consumidor de EE. UU. ha demostrado históricamente una alta fidelidad y conocimiento de las propiedades saludables del aceite de oliva español, la diferencia de precios podría provocar un desvío de la demanda hacia otros orígenes más competitivos en precio, rompiendo años de posicionamiento, promoción e inversión de la industria exportadora española.
Una amenaza para una industria clave del sistema agroalimentario español
Esta noticia supone un duro golpe para un sector que representa 6.000 millones de euros anuales, aporta el 12 % de las exportaciones alimentarias españolas y ha realizado en los últimos años fuertes inversiones en infraestructuras, comercialización y campañas de promoción orientadas precisamente al mercado estadounidense.
Según ASOLIVA, la nueva política arancelaria de EE. UU. podría comprometer la viabilidad de numerosos operadores de la cadena de valor, afectando negativamente tanto a los exportadores como a los productores y envasadores nacionales, con efectos colaterales en el empleo, la renta agraria y el equilibrio del mercado interior.
ASOLIVA pide coordinación institucional para revertir los aranceles
Desde la asociación, su director adjunto, Rafael Pico Acevedo, hace un llamamiento a la unidad de acción y la coordinación institucional entre sector y administraciones, tanto nacionales como comunitarias, para minimizar el impacto de estos aranceles y explorar vías diplomáticas y comerciales que permitan revertir la medida.
“Seguiremos trabajando con todos los agentes implicados para defender los intereses del aceite de oliva español en los foros nacionales e internacionales. No podemos permitir que una decisión de estas características debilite décadas de esfuerzo e inversión en uno de los mercados más exigentes y valiosos del mundo”, ha señalado Pico Acevedo.