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La ciudad de Comodoro Rivadavia (Patagonia Argentina), ubicada en el corazón de la provincia de Chubut, se posiciona como una nueva región olivarera emergente en el sur de Argentina. Con el inicio de la cosecha 2025, esta localidad patagónica da un paso firme hacia la consolidación de una agroindustria basada en el cultivo del olivo, el procesamiento local y la producción de aceite de oliva extra virgen con identidad de origen.
La campaña comenzó con la recolección en espacios públicos estratégicos —el Parque Saavedra y la Curva del Papa— y continuará durante los próximos dos meses con la incorporación de unos 20 productores privados de la región. Todo el volumen cosechado será procesado en una almazara recientemente inaugurada, lo que permitirá obtener aceite con trazabilidad completa, desde el campo hasta la botella.
El sur argentino se suma al mapa mundial del aceite de oliva
Con un clima árido, amplitud térmica y suelos bien drenados, Comodoro Rivadavia ofrece condiciones edafoclimáticas excepcionales para el cultivo del olivo, similares a las de otras regiones olivareras de renombre. La iniciativa se enmarca dentro de una política pública más amplia que promueve la soberanía alimentaria y la diversificación productiva de la Patagonia.
Rubén Zárate, presidente de la Agencia Comodoro Conocimiento —organismo responsable del proyecto— destacó: “Estamos apostando por una agroindustria con fuerte arraigo territorial. Este proyecto no solo promueve inversiones estratégicas, sino que genera valor agregado local, integra a productores de pequeña escala y posiciona al aceite de oliva patagónico en mercados de alta demanda”.
La producción busca diferenciarse con estándares de calidad elevados, bajo un modelo agroecológico y con posibilidades concretas de acceder a certificaciones como la Denominación de Origen Patagónica.
Tecnología y acceso: la almazara como motor del desarrollo local
La puesta en funcionamiento de una almazara con capacidad para procesar 50 kg por hora permite que pequeños y medianos productores puedan acceder a tecnología de punta sin necesidad de grandes inversiones. Esta infraestructura fue concebida como un servicio comunitario, gestionado por la Agencia, que garantiza la inclusión de diversos actores en la cadena de valor del aceite de oliva.
Daniela Bayo, responsable del Programa de Seguridad Alimentaria, explicó que todos los aceites elaborados serán sometidos a controles físico-químicos y organolépticos: “Evaluamos acidez, aroma, color, textura y perfil sensorial para garantizar un producto de excelencia. Estos análisis, además, nos permiten identificar las variedades genéticas locales y avanzar hacia una tipificación del aceite comodorense”.
El modelo también ha despertado el interés de productores de otras localidades de la provincia, que ya comenzaron a solicitar acceso a la almazara y al protocolo técnico de elaboración.
Una nueva frontera olivícola en América del Sur
Argentina es reconocida mundialmente como uno de los principales productores de aceite de oliva en América Latina, con regiones tradicionales como Mendoza, San Juan y La Rioja. Ahora, la Patagonia se suma con una propuesta innovadora que combina resiliencia climática, calidad diferenciada y un enfoque de desarrollo local inclusivo.
La experiencia de Comodoro Rivadavia no solo abre una nueva frontera para el cultivo del olivo en el hemisferio sur, sino que plantea una visión de futuro en la que las regiones australes también pueden ser protagonistas en los mercados globales del aceite de oliva premium.