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Con motivo del Día Internacional de la Conservación del Suelo (7 de julio), el Laboratorio de Erosión del Instituto de Agricultura Sostenible (IAS-CSIC) ha reiterado la necesidad de situar la protección del suelo en el centro de las políticas agrarias y medioambientales. El suelo, definido como un “gran ser vivo que sostiene la vida”, se enfrenta a una degradación acelerada por prácticas inadecuadas y condiciones climáticas extremas, superando con creces su capacidad natural de regeneración.
Desde Córdoba, el equipo investigador liderado por José Alfonso Gómez viene desarrollando líneas de trabajo enfocadas en la conservación del suelo, la mejora de la salud edáfica y la mitigación del cambio climático en sistemas agrícolas, con una fuerte base en la transferencia de tecnología y herramientas digitales aplicadas.
Proyectos clave y soluciones aplicadas
Entre las iniciativas destacadas se encuentra el proyecto MARVIC, que colabora con instituciones como la Universidad de Córdoba o IFAPA para establecer un marco armonizado de monitoreo del carbono edáfico y emisiones de GEI, alineado con el futuro Marco de Certificación de Eliminación de Carbono de la UE.
En este contexto, el olivar andaluz cobra especial protagonismo como sumidero de carbono. Se estudia su potencial en agricultura regenerativa, mediante la estimación de biomasa aérea y radicular, así como la evaluación del estado nutricional del olivo y el carbono del suelo.
Otra línea relevante es la reconstrucción de la historia erosiva del paisaje agrícola cordobés desde 1956 mediante análisis de ortofotos. Los investigadores han delimitado cárcavas activas, cuantificando volúmenes erosionados e identificando correlaciones con cambios en el uso del suelo. Estos datos han servido para diseñar soluciones como diques de contención simplificados y adaptados a los patrones erosivos locales.
Herramientas digitales y divulgación técnica
El IAS-CSIC ha impulsado también plataformas y herramientas digitales como la aplicación TUdi, que permite a técnicos y agricultores evaluar factores críticos como erosión, compactación, estructura, biología, carbono y fertilización. Esta herramienta, desarrollada junto con AgriSat y socios internacionales, se acompaña de un catálogo multilingüe de estrategias prácticas contra la degradación del suelo, vinculadas a fuentes de financiación europeas y nacionales.
Complementariamente, el laboratorio ha publicado la Guía de Estructura del Suelo, en colaboración con la plataforma SoilBio del CSIC, y otras publicaciones sectoriales en el marco del Grupo Operativo Biolivar, centradas en cubiertas vegetales y evaluación de erosión hídrica en olivar.
Red internacional y participación científica
El IAS-CSIC mantiene alianzas con universidades y centros de investigación en la República Checa y China, avanzando en el modelado espacial de procesos erosivos y estrategias de manejo sostenible. La difusión de resultados se realiza tanto en congresos internacionales —como EGU o Expoliva— como en acciones de divulgación a todos los niveles, como la Noche Europea de los Investigadores o eventos como Café con Ciencia.
“Conservar el suelo es una inversión en resiliencia agrícola, biodiversidad y seguridad alimentaria”, subraya José Alfonso Gómez. “El reto es científico, pero también político y social. Por eso, parte de nuestro trabajo se orienta no solo a generar conocimiento, sino a traducirlo en soluciones prácticas para el terreno”.