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Estudiar y conservar la biodiversidad genética del olivo como vía para garantizar la competitividad, diferenciación y sostenibilidad del sector. Bajo esta premisa se creó, hace ya dos años, el Grupo Operativo Biolivo, un ilusionante proyecto que ahora llega a su fin con importantes resultados que refuerzan el valor estratégico del olivar tradicional en la provincia de Cádiz.
Profesionales del Instituto de Investigación Vitivinícola y Agroalimentaria (Ivagro) de la Universidad de Cádiz (UCA) y técnicos de la Cooperativa Los Remedios Picasat, de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, de la Denominación de Origen Aceites Sierra de Cádiz y de la Diputación de Cádiz, en colaboración con el Instituto de Agricultura Sostenible-CSIC y con el Ifapa Alameda de Obispo, que gestiona el Banco Mundial de Germoplasma de Olivo, han conseguido, entre otros destacados logros, identificar cinco nuevas variedades de olivo no catalogadas hasta ahora. De ellas, cuatro en Olvera y una en Alcalá del Valle, confirmadas mediante análisis moleculares y actualmente en proceso de multiplicación para su incorporación al banco mundial de germoplasma del IFAPA, en el que figuran más de 700 variedades.
Este hallazgo, junto a los resultados del análisis físico-químico de los aceites obtenidos de variedades locales, que han mostrado una alta variabilidad y excelentes propiedades en algunos genotipos, como alto contenido en ácido oleico, presencia de compuestos bioactivos y buena estabilidad, permiten avanzar hacia un modelo de olivicultura más resiliente y adaptado a las condiciones del territorio, donde la biodiversidad varietal se convierte en un activo clave frente al cambio climático y la homogeneización del cultivo.
Los resultados del proyecto suponen una oportunidad para impulsar modelos de olivicultura más sostenibles, resilientes al cambio climático y profundamente vinculados al territorio, reforzando así el valor añadido del producto local y la conservación del patrimonio agrícola.
El Grupo Operativo echa el cierre con un claro mensaje: la biodiversidad del olivo es un recurso estratégico que debe protegerse y aprovecharse para asegurar el futuro del sector en la provincia de Cádiz.
Emblema agrícola
El olivar constituye uno de los cultivos más emblemáticos de la Sierra de Cádiz, caracterizado por su cultivo en secano, terrenos de pendiente y una elevada biodiversidad varietal. En una misma finca es habitual encontrar variedades locales como “Alameño”, “Habichuelero”, “Lechino” o “Coloraillo”, que otorgan una identidad única a los aceites de esta comarca, reconocidos bajo la Denominación de Origen Protegida Sierra de Cádiz.
Sin embargo, este modelo agrícola se encuentra actualmente amenazado por la falta de relevo generacional, la expansión de nuevas plantaciones intensivas con variedades foráneas y los efectos del cambio climático.
Frente a este contexto, el proyecto Biolivo ha centrado sus esfuerzos en estudiar y conservar la biodiversidad genética como vía para garantizar la competitividad, diferenciación y sostenibilidad del sector.
De este modo, el Grupo Operativo reafirma la necesidad de proteger y aprovechar el patrimonio varietal del olivo en Cádiz, no solo como legado agrícola y cultural, sino como oportunidad de desarrollo rural, sostenibilidad ambiental y diferenciación de producto en los mercados.
El Grupo Operativo Biolivo está financiado a través de los Fondos Europeos Agrícolas de Desarrollo Rural (FEADER) y cofinanciado por la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía en la convocatoria para el Funcionamiento de Grupos Operativos Regionales de la Asociación Europea de Innovación en Materia de Productividad y Sostenibilidad Agrícola (EIP AGRI) de 2022.
Artículo publicado en el número 201 de Óleo.