Revista
Investigadores de la Universidad de Medicina y Farmacia Carol Davila (Rumania) han publicado una revisión científica que analiza el impacto sinérgico del aceite de oliva virgen extra (AOVE) y el ayuno intermitente en la salud metabólica, la inflamación sistémica y la neuroprotección. El estudio destaca cómo estos dos elementos clave de la dieta mediterránea (DM) podrían actuar de forma complementaria para prevenir enfermedades crónicas vinculadas al envejecimiento y al síndrome metabólico.
Calidad del aceite de oliva: del suelo al metabolismo
Los investigadores subrayan que la calidad del aceite de oliva no depende exclusivamente del método de extracción, sino que está determinada por múltiples factores: variedad de aceituna, condiciones edafoclimáticas, manejo agronómico, almacenamiento y forma de consumo. Estos parámetros influyen directamente en la concentración de compuestos bioactivos como los polifenoles, responsables de gran parte de los efectos beneficiosos del AOVE.
Revisión científica: métodos y hallazgos clave
A través de una búsqueda sistemática en bases de datos académicas, se analizaron estudios preclínicos y clínicos relacionados con el consumo de aceite de oliva, el ayuno intermitente y la dieta mediterránea. Los resultados indican que los compuestos fenólicos del AOVE pueden amplificar los efectos del ayuno al mejorar la capacidad antioxidante, reducir la inflamación posprandial y modular genes implicados en el metabolismo energético.
Entre los efectos fisiológicos más destacados:
Implicaciones clínicas y futuras líneas de investigación
El estudio concluye que integrar el aceite de oliva en protocolos de ayuno intermitente, en el contexto de una dieta mediterránea, podría reforzar estrategias preventivas frente a la diabetes tipo 2, la obesidad, el síndrome metabólico y la neurodegeneración. No obstante, los autores instan a la realización de ensayos clínicos controlados que definan el mejor momento, frecuencia y dosis para maximizar sus beneficios.