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La Fundación CITOLIVA cierra 2024 reafirmando su papel como uno de los actores clave en la transformación del sector oleícola. Así lo ha hecho público durante la reunión de su Patronato celebrada esta mañana, en la que se aprobaron por unanimidad las cuentas anuales y se presentó el balance de un año marcado por la innovación, la sostenibilidad y una creciente presencia internacional.
Entre los hitos más relevantes, destaca la expansión del Panel de Cata de CITOLIVA, que ha logrado proyectarse en más de diez países —incluyendo Italia, Marruecos y Estados Unidos—. Acreditado por el Consejo Oleícola Internacional (COI), este panel se consolida como una herramienta estratégica para la evaluación sensorial del aceite de oliva virgen extra (AOVE), fortaleciendo la posición de CITOLIVA como garante de la calidad y diferenciación del producto en mercados cada vez más exigentes.
Más músculo técnico y nuevas líneas de servicio
La fundación ha fortalecido su estructura con la incorporación de nuevos perfiles técnicos, lo que ha permitido abordar los retos del sector desde un enfoque multidisciplinar. Fruto de esta evolución ha nacido AGRO-LIVE Aliados Naturales, un servicio agronómico pionero que promueve un modelo de olivar sostenible libre de plagas. Este enfoque apuesta por el control biológico con enemigos naturales, reforzando la rentabilidad del cultivo sin comprometer el equilibrio agroecológico.
Esta nueva línea responde a una demanda creciente de los mercados internacionales: alimentos de mayor calidad producidos bajo criterios sostenibles y trazables. CITOLIVA apuesta por un paradigma en el que la productividad y el respeto al entorno no solo son compatibles, sino complementarios.
13 nuevos proyectos y 9 millones de euros movilizados
En 2024, la fundación ha mantenido un ritmo intenso en materia de innovación, gracias a la aprobación de un volumen significativo de proyectos en 2023. Solo este año se han impulsado 13 iniciativas de I+D+i con un presupuesto conjunto cercano a los 9 millones de euros. Las líneas de trabajo abarcan desde la digitalización del cultivo, el aprovechamiento de subproductos del olivar, el control sostenible de plagas, hasta la mejora de la calidad del AOVE.
Estos avances posicionan a CITOLIVA como una pieza clave en la modernización del sector, aportando soluciones concretas a retos estructurales como la crisis climática, el uso eficiente de recursos o la transformación digital del campo.