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El sector fitosanitario en España avanza de forma decidida hacia prácticas más sostenibles, con una reducción significativa en la comercialización de productos de mayor impacto y un crecimiento sostenido del uso de sustancias de bajo riesgo. Así lo confirman los últimos datos publicados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), que reflejan una tendencia positiva tanto en términos de salud pública como de protección medioambiental.
Uno de los datos más relevantes del balance de 2023 es el incremento del 2,3 % en el uso de productos fitosanitarios clasificados como de bajo riesgo, lo que consolida una transición progresiva hacia soluciones menos agresivas para la salud humana y los ecosistemas. Esta evolución se enmarca dentro de la estrategia comunitaria de uso sostenible de productos fitosanitarios, cuyos indicadores, calculados conforme a la normativa europea, se han mantenido estables durante el ejercicio, a pesar de un contexto climático adverso que ha limitado la actividad agrícola en muchas zonas.
La comercialización total de fitosanitarios se redujo un 6 %, destacando las caídas en fungicidas (-27 %) y herbicidas, alineadas con la tendencia descendente de los últimos años. Este descenso no ha supuesto, sin embargo, un retroceso en la eficacia del control fitosanitario, gracias a la incorporación de prácticas agronómicas más sostenibles y un mejor aprovechamiento de las tecnologías disponibles.
El MAPA ha valorado positivamente estos datos, interpretándose como una muestra del compromiso del sector con la sostenibilidad ambiental, la salud pública y la competitividad agraria. No obstante, el ministerio insiste en la necesidad de continuar adaptando el marco normativo comunitario, de forma que se facilite la disponibilidad de herramientas eficaces y seguras frente a las amenazas fitosanitarias actuales.
Formación, normativa y una oportunidad perdida
Desde el ministerio se reconoce que la actualización del Plan de Acción Nacional de Uso Sostenible, que no pudo aprobarse en 2024, habría sido clave para acompañar y reforzar esta evolución. En particular, la falta de avance en materia de formación profesional y extensión agraria ha supuesto una oportunidad perdida para consolidar las buenas prácticas. Aun así, el MAPA mantiene su compromiso de colaboración con las comunidades autónomas para reactivar el proceso de revisión del plan y seguir avanzando en esta línea.
Más transparencia y digitalización: datos como herramienta estratégica
El impulso hacia un modelo de gestión basada en datos se materializa en la publicación abierta y accesible de los datos del Registro Electrónico de Transacciones y Operaciones de Productos Fitosanitarios (RETO), que por primera vez permite analizar la evolución comparada por provincias y por materias activas entre 2023 y 2024.
Los datos de 2024 apuntan a una recuperación del mercado con 5,87 millones de transacciones registradas, lo que supone un 9 % más que en 2023. Esta recuperación refleja una cierta adaptación del sector a las nuevas condiciones climáticas y de mercado.
El RETO, junto con el Registro Oficial de Productores y Operadores (ROPO) y el Registro de Productos Fitosanitarios, constituye un eje clave dentro de la estrategia de digitalización del sector agrario. Estas herramientas no sólo aumentan la transparencia y trazabilidad, sino que permiten al propio sector y a la administración tomar decisiones más informadas, eficaces y sostenibles.