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El turismo del aceite de oliva da un paso decisivo en Italia con la firma de un protocolo nacional que regula la recolección turística de aceitunas, una práctica cada vez más demandada en las experiencias de oleoturismo. El acuerdo, suscrito entre la Inspección Nacional del Trabajo y la Asociación Nacional de Ciudades del Aceite (Città dell'Olio), establece una serie de directrices para garantizar que esta actividad se desarrolle bajo condiciones de seguridad, legalidad y con fines culturales y recreativos, no productivos.
El documento fue firmado en el marco de la conferencia "Turismo del aceite de oliva en Puglia: nuevas oportunidades y perspectivas de mejora", celebrada en Bari con la participación de autoridades regionales y profesionales del sector oleícola y turístico. La iniciativa ha sido promovida por la Coordinación Regional de Città dell’Olio en Puglia y cuenta con el respaldo de la Cámara de Comercio de Bari.
“Con esta regulación avanzamos hacia una oferta oleoturística más cualificada, segura y respetuosa. Es una herramienta clave para apoyar a los olivareros y proteger a los turistas que desean vivir la experiencia de la recolección en primera persona”, explicó Michele Sonnessa, presidente de Città dell’Olio.
Una experiencia formativa y no productiva
El protocolo define la recolección turística de aceitunas como una actividad participativa, voluntaria y limitada, orientada a la formación, sensibilización y difusión de la cultura del aceite de oliva virgen extra. Su objetivo es dar a conocer las técnicas de cosecha, las características agronómicas del olivar y el valor patrimonial y gastronómico del aceite.
Características clave de la actividad regulada:
Solo podrán organizar esta actividad aquellas explotaciones agrícolas, almazaras y entidades oleoturísticas legalmente registradas y habilitadas según la normativa vigente. Los lugares destinados a la recolección turística deberán cumplir las normativas de higiene, accesibilidad y seguridad laboral, y contar con una correcta identificación para los visitantes.
Oleoturismo: motor de valorización territorial y cultural
Italia cuenta con cerca de un millón de productores oleícolas y más de 550 variedades autóctonas, lo que representa más del 40 % de la biodiversidad mundial del olivo. Este patrimonio, junto con la riqueza paisajística, cultural y gastronómica de los territorios productores, posiciona al oleoturismo como un vector estratégico para el desarrollo rural y la diversificación económica.
“Queremos que el turista que visita nuestras 520 Ciudades del Aceite viva una experiencia segura, educativa y culturalmente enriquecedora. Esta normativa permitirá descubrir almazaras, museos del aceite, participar en catas y eventos culturales sin riesgos y con pleno respeto a la legalidad”, añadió Sonnessa.
Este protocolo se alinea con el firmado previamente para regular la recolección turística de uva, consolidando un marco jurídico común para las actividades agrícolas con participación activa de visitantes, lo que refuerza la profesionalización del turismo agroalimentario y la sostenibilidad del modelo oleoturístico.