El aceite de oliva virgen extra (AOVE) Puerta de las Villas Temprano Ecológico, elaborado por la SCA San Vicente de Mogón, sigue ganando terreno en el escenario internacional. El reciente oro en el Concurso Internacional de Aceite de Oliva de Ámsterdam, sumado al premio a Mejor Almazara de España 2025 concedido por AEMO, refuerzan su estrategia de internacionalización y consolidan su posición en mercados clave de Europa, Asia y América Latina.

“Estos premios no solo avalan la calidad de nuestro producto, sino que abren puertas comerciales reales. Países como Japón, Corea, Brasil o Lituania valoran cada vez más aceites ecológicos con trazabilidad completa y producción sostenible”, destaca José Gilabert, presidente de la cooperativa.

De Jaén al mundo: una expansión sostenible y controlada

Actualmente, Puerta de las Villas exporta a más de una decena de países, con presencia consolidada en Países Bajos, Alemania, Francia, Suiza, Italia y Brasil, entre otros. Su plan de expansión contempla un crecimiento sostenible en Asia y Sudamérica, con especial interés en nuevos distribuidores de Japón, China y Colombia.

“Sabemos que cada mercado tiene sus particularidades. Por eso estudiamos cada oportunidad con rigor, sin improvisar. La clave está en ofrecer no sólo calidad, sino también una historia coherente de sostenibilidad y compromiso social”, explica Gilabert.

Premios que abren puertas

El reconocimiento obtenido en Ámsterdam, donde el AOVE Temprano Ecológico logró la medalla de oro entre aceites de todo el mundo, actúa como palanca de confianza para distribuidores internacionales.

Asimismo, el premio de AEMO como mejor almazara del país destaca no solo la calidad del producto, sino el modelo de negocio cooperativo y el impacto social y medioambiental de Puerta de las Villas. “Es el tipo de valor añadido que buscan muchos compradores internacionales”, añade el responsable de exportaciones, Javier Márquez.

Excelencia basada en calidad, trazabilidad y ecología

La cooperativa basa su éxito exportador en tres pilares:

• Producción ecológica y de precisión, con recolección en parcelas seleccionadas.
• Procesos integrados, desde el campo hasta el embotellado.
• Compromiso sostenible, tanto ambiental como social.

“Exportamos no solo un producto, sino una forma de entender el aceite de oliva”, concluye Gilabert. “Ese es nuestro diferencial en los mercados internacionales”.