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En una decisión clave para la valorización del olivo argentino, el Ministerio de Economía de Argentina, a través de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, otorgó la certificación de Indicación Geográfica (IG) al Aceite de Oliva Virgen Extra de San Juan, mediante la Resolución N.º 77/2025. Esta distinción no solo reconoce el origen geográfico, sino también la calidad y singularidad de este producto, derivada de las condiciones agroclimáticas del Valle sanjuanino y del saber hacer local.
Con este reconocimiento, el Aceite de Oliva Virgen Extra de San Juan se convierte en el segundo aceite argentino con IG específica, posicionándose como un referente nacional en diferenciación de origen, autenticidad y valor agregado.
Un paso histórico en la certificación de alimentos con identidad territorial
El avance forma parte de un proceso histórico de aceleración en la certificación de productos con calidad diferenciada en Argentina. Desde diciembre de 2024 a la fecha, se han otorgado seis nuevas IG, superando ampliamente el ritmo histórico de una certificación por año. Esta tendencia refleja una política activa de fortalecimiento de las economías regionales, promovida por la Subsecretaría de Economías Regionales y PyMEs en articulación con gobiernos provinciales y organizaciones productivas.
En el caso sanjuanino, el protocolo aprobado establece los parámetros técnicos y productivos que deben cumplirse para el uso del sello IG, incluyendo criterios de cultivo, recolección, extracción y conservación, que aseguran una calidad organoléptica superior. La Cámara de Olivicultores de San Juan Asociación Civil, promotora de la iniciativa, será la entidad autorizada a utilizar y administrar este sello distintivo.
Un AOVE con identidad territorial y proyección global
San Juan se posiciona como el principal productor y exportador de aceite de oliva virgen extra del país, con una participación que supera el 30% del total exportado. En 2023, las exportaciones del sector olivícola sanjuanino alcanzaron los USD 74 millones (FOB), reflejando la alta competitividad internacional de su producto estrella.
Cuenta actualmente con unas 15.000 hectáreas de olivo cultivadas, de las cuales el 70% de las variedades son para la producción de aceite de oliva y las 30 destinadas a las conservas. Además, el 95 % está destinado para el Aceite de Oliva Virgen Extra y el 5% de aceitunas de mesa.
Este reconocimiento como IG no solo aporta valor agregado al producto, sino que garantiza al consumidor atributos de calidad vinculados al origen: un aceite obtenido mayoritariamente de variedades aceiteras cultivadas en condiciones agroecológicas únicas, con una producción que se concentra en el 95% del total olivícola provincial.
La validación jurídica y técnica fue impulsada por la Cámara de Olivicultores de San Juan Asociación Civil, con el aval del gobierno provincial y el respaldo de la Comisión Nacional Asesora de IG y DO.
Proyección comercial y ventajas competitivas
La certificación de IG abre nuevas oportunidades en mercados internacionales exigentes que valoran el origen protegido como garantía de trazabilidad, calidad y sostenibilidad. La obligatoriedad de uso del signo distintivo en los productos destinados a la exportación, así como la exigencia de una declaración jurada anual de volúmenes estimados, fortalecen la gobernanza del sistema y aportan transparencia comercial.
Las Indicaciones Geográficas como política de Estado
La Ley N.º 25.380, modificada por la Ley N.º 25.966, y su Decreto Reglamentario N.º 556/2009, establecen el marco normativo para la protección de productos agroalimentarios con identidad geográfica en Argentina. En ese contexto, la IG del Aceite de Oliva Virgen Extra de San Juan se suma a un listado creciente que ya cuenta con 19 reconocimientos oficiales, entre ellos, la Miel de Flores de Atamisqui, el Pimentón del Valle Calchaquí y el Té Argentino.
Estos sellos son una herramienta estratégica para agregar valor, diversificar mercados y promover el desarrollo territorial sostenible. En un mundo donde el consumidor exige alimentos diferenciados, trazables y con historia, el Aceite de Oliva Virgen Extra de San Juan se presenta como un emblema de calidad argentina.