Revista
El Grupo Operativo SPG, del que forma parte la Universidad de Córdoba junto a actores clave del ecosistema agroecológico andaluz, ha demostrado que los Sistemas Participativos de Garantía (SPG) no solo son viables, sino estratégicos para articular una producción y consumo ecológicos de proximidad con trazabilidad, transparencia y compromiso social.
Durante los últimos 18 meses, este consorcio –integrado por FACPE (Federación de Asociaciones de Productoras y Consumidoras Ecológicas de Andalucía), COAG Andalucía, la ONGD Justicia Alimentaria y una docena de organizaciones del sector– ha desarrollado herramientas participativas para consolidar sistemas de trazabilidad adaptados a los canales cortos de comercialización, donde la confianza directa entre productores y consumidores es la base de la relación comercial.
Lejos de replicar modelos de trazabilidad pensados para grandes cadenas, los SPG proponen un enfoque transformador: sistemas comunitarios donde productoras, consumidoras y entidades sociales generan colectivamente mecanismos de verificación y confianza. Esto incluye, además de controles y visitas cruzadas, un trabajo político y pedagógico orientado a visibilizar los valores de la agroecología, como el respeto al medio ambiente, la recuperación de prácticas tradicionales, el fomento de la biodiversidad o el desarrollo local.
Modelos adaptativos desde la base
Una de las claves del éxito del proyecto ha sido su enfoque territorializado y en red. Iniciativas como la Red Agroecológica de Almería han construido desde cero su propio sistema SPG, apoyándose en el acompañamiento de entidades con más experiencia como La Ortiga SCA o la Asociación El Encinar. Este intercambio ha permitido no solo la mejora técnica de los procedimientos, sino también el fortalecimiento organizativo de las redes locales.
El trabajo ha tenido además un enfoque institucional claro, y se ha diseñado un manual práctico para facilitar la incorporación de los SPG a los procesos de Compra Pública Alimentaria en Andalucía. Asimismo, se han promovido espacios de diálogo con administraciones locales, con el objetivo de que los criterios agroecológicos no queden fuera de las políticas públicas alimentarias.
Una hoja de ruta para el futuro agroecológico
Como cierre del proyecto, se celebró un encuentro estatal en Archidona (Málaga) con la participación de redes andaluzas y estatales de SPG. Los talleres y debates permitieron avanzar en la definición operativa de "alimento local y ecológico", abordar retos como los precios justos, la accesibilidad y la pedagogía agroecológica, así como identificar prioridades estratégicas para los próximos años.
Entre las principales conclusiones de este proceso colectivo destaca la necesidad de:
Además, el grupo ha desarrollado materiales de sensibilización y formación –manuales, vídeos, recursos prácticos– que ya están disponibles en la web del proyecto y seguirán vigentes como apoyo para futuras iniciativas.
Aunque el proyecto formal ha concluido, el proceso continúa, el tejido agroecológico andaluz ha dado un paso firme hacia la consolidación de una soberanía alimentaria real, en la que la participación no es un valor añadido, sino la base misma de la trazabilidad y la confianza.