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La dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, aceite de oliva virgen extra, pescado azul, frutos secos y cereales integrales, podría tener un efecto beneficioso sobre la calidad del semen, según concluye una revisión sistemática liderada por investigadores del grupo ANUT-DSM de la Universitat Rovira i Virgili (URV). El trabajo, que forma parte de la tesis doctoral de Rashmi Agarwal y ha sido publicado en Advances in Nutrition, evaluó 11 estudios originales con una muestra total de 2.558 hombres y analizó la relación entre el patrón alimentario mediterráneo y distintos parámetros espermáticos y reproductivos.
Los resultados muestran una asociación consistente entre una mayor adherencia a la dieta mediterránea y una mejor calidad seminal. En concreto, los hombres que seguían más fielmente este patrón dietético presentaban un mayor número de espermatozoides, mejor motilidad total y progresiva, y una mayor proporción de espermatozoides con morfología normal. Estos efectos se observaron tanto en varones sanos como en pacientes atendidos en clínicas de fertilidad.
No obstante, los investigadores advierten que, a pesar de la mejora en los parámetros seminales, los estudios revisados no aportan evidencia suficiente para afirmar que esta dieta incremente directamente las tasas de éxito en tratamientos de reproducción asistida. “Si bien la dieta mediterránea parece tener una repercusión positiva sobre la calidad del semen, todavía son necesarios más estudios para determinar su impacto real sobre la fertilidad masculina”, señalan los autores.
La infertilidad, reconocida por la Organización Mundial de la Salud como un problema de salud pública, afecta actualmente a uno de cada seis adultos en todo el mundo. Entre los principales factores asociados a la disminución de la calidad espermática se encuentran el estrés, el consumo de tabaco, alcohol o drogas, y una alimentación desequilibrada. Aunque la evidencia aún es limitada, cada vez más clínicas de fertilidad recomiendan intervenciones nutricionales previas a los tratamientos reproductivos. Este estudio contribuye a reforzar la hipótesis de que los hábitos alimentarios, especialmente los basados en el patrón mediterráneo, pueden desempeñar un papel clave en la salud reproductiva masculina.
La investigación ha sido dirigida por Albert Salas-Huetos, profesor lector de la URV; Nancy Babio, profesora agregada; y Jordi Salas-Salvadó, catedrático y jefe del grupo ANUT-DSM, vinculado al Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili (IISPV) y al CIBERobn del Instituto de Salud Carlos III.