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El comercio agroalimentario de la Unión Europea se mantuvo firme durante el primer trimestre de 2025, a pesar del contexto de precios elevados en las materias primas importadas. Según el informe trimestral de comercio agroalimentario de la Comisión Europea, las exportaciones aumentaron un 3 % interanual, alcanzando los 59.700 millones de euros, mientras que las importaciones crecieron un 20 % hasta los 48.100 millones de euros. A pesar de esta diferencia, la balanza comercial agroalimentaria comunitaria continuó siendo positiva, con un superávit de 11.600 millones de euros.
Exportaciones
El Reino Unido se consolidó como el principal destino de las exportaciones agroalimentarias europeas, con 13.500 millones de euros en el primer trimestre, lo que representa un 23 % del total. En cambio, las exportaciones a China descendieron, principalmente por la caída en las ventas de cereales.
Uno de los datos más relevantes para el sector oleícola ha sido el retroceso de las exportaciones de aceitunas y aceite de oliva, que descendieron en valor en 173 millones de euros, lo que representa una contracción del 9 % respecto al mismo periodo de 2024. Esta disminución se explica, en buena parte, por la caída de los precios internacionales tras el pico alcanzado el año pasado. No obstante, y en un giro significativo, los volúmenes exportados aumentaron un 16 %, lo que indica una recuperación de la demanda internacional a precios más competitivos y una posible reactivación comercial en mercados sensibles al precio, como EE.UU., Brasil o países de Oriente Medio. Esta combinación sugiere una mayor elasticidad del mercado global y abre oportunidades para recuperar cuota en destino si se mantienen los actuales niveles de competitividad.
Importaciones
En cuanto a las importaciones agroalimentarias, estas se dispararon un 20 % interanual, impulsadas por el aumento de los precios del cacao (que prácticamente se duplicaron), el café (+65 %) y otros productos de origen tropical. Costa de Marfil y China registraron incrementos notables como proveedores, mientras que las importaciones desde Rusia y Ucrania cayeron por la reducción del comercio de cereales y oleaginosas.
En el caso específico de las aceitunas y aceite de oliva importados, también se observó una caída del 32 % en valor (-167 millones de euros), atribuida tanto a la bajada de los precios de referencia como a un descenso en los volúmenes importados. Esto refleja un menor dinamismo de las importaciones extracomunitarias en estas categorías, posiblemente por la normalización de precios tras el estrés hídrico y los picos de cotización vividos en campañas anteriores.
Superávit positivo pero bajo presión
En términos generales, aunque la balanza agroalimentaria de la UE sigue mostrando un comportamiento positivo, el aumento de costes en productos estratégicos plantea desafíos para la competitividad europea, especialmente en mercados donde el valor añadido y la diferenciación del producto, como ocurre en el caso del aceite de oliva virgen extra y las aceitunas de mesa, son claves para mantener presencia y márgenes.