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Oleo Digital.- El Boletín Oficial de Castilla y León publicó el pasado 29 de septiembre la autorización ambiental para que Biofuel La Robla construya una planta de biodiésel en este municipio de la provincia de León. En respuesta a varias alegaciones presentadas, entre otros por Ecologistas en Acción, la empresa confirma que la materia prima serán aceites vegetales procedentes de soja cultivada en Sudamérica.
Han pasado más de dos años desde que el 27 de abril de 2007, José Santiago Vega, empresario leonés responsable del proyecto Biofuel La Robla, presentara la solicitud de autorización ambiental para una planta de fabricación de biodiesel en el término municipal de La Robla (León). Desde entonces, muchas cosas han cambiado en el panorama económico y en el mundo de los biocarburantes, tantas como que, en declaraciones a La Crónica de León, el propio Vega afirma que “debido a la situación financiera este proyecto se tomará con precaución”.
Ante la pregunta de cuándo se iniciarán las obras de construcción de una planta que producirá 100.000 toneladas de biodiesel al año, el mismo empresario puntualiza que “no quieren precipitarse debido a la situación que están viviendo todos los proyectos de biodiésel actualmente”, y data en 2010, sin especificar el mes, como probable inicio de las obras.
La Dirección General de Prevención Ambiental y Ordenación del Territorio de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León ha sido la encargada de dar el visto bueno a la planta, que prevé abastecerse con 101.700 toneladas anuales de aceite vegetal, lo que promediará una ratio de producción de 1.017 kilos por cada tonelada producida de biodiésel.
Dentro de las alegaciones recibidas en el período de exposición pública del proyecto, Ecologistas en Acción presentó una en la que, teniendo en cuenta que la provincia de León carece de capacidad de abastecimiento de materia prima para biodiésel, era probable su importación desde países tropicales, “con gravísimos impactos ambientales (pérdida de biodiversidad, deforestación, roturación de tierras, desastroso balance de CO2, etc.) y sociales (subida del precio de alimentos básicos)”.
Los promotores de la planta contestaron que “se abastecerá de aceites provenientes de Sudamérica, principalmente de soja, y de cultivos autorizados para tal fin”. A su vez, añadieron que la tecnología que se empleará en el proceso de fabricación es versátil y permite utilizar distintos tipos de aceites, principalmente algunos no destinados a la alimentación humana, como el de jatropha y el de higuerilla o ricino.