La Matilla presenta su nuevo aceite virgen extra con un diseño con el sello Habermas. Su estrategia pretende combinar las fortalezas de un producto gourmet con un lenguaje visual que proyecta tradición, artesanía y modernidad.

Así, su diseño de packaging evoca todos los elementos que intervienen en el proceso de elaboración del aceite. Desde el tono verdoso de la etiqueta, referente al “color que aporta la aceituna arbequina en su recolección temprana”, hasta la madera del olivo representada en el tapón de la botella, pasando por el cuero usado para el cierre “similar al que se usa para accesorios ecuestres en el campo”. El acabado de oro es una referencia a Homero, quien puso la denominación de “oro líquido” al aceite.

La ilustración de un capacho emerge como pieza central de la gráfica. El lettering, de caja alta y alto contraste, “aporta elegancia y neutralidad”. La botella de cerámica es un “homenaje al arte tradicional andaluz”, y la maquetación, junto a la tipografía, proporcionan “el contrapunto estético”.