Ayer martes, 23 de julio, la revista elEconomista organizó una jornada empresarial titulada "La calidad del aceite, el oro líquido", en el Hotel Intercontinental de Madrid. A ella acudieron importantes personalidades del sector para debatir en torno a tres pilares fundamentales: el control de la calidad del aceite, los paneles de catas y la calidad del aceite español en comparación con los competidores.

Después del café abrió la sesión el director de Banca Rural de Globalcaja, Alberto Marcilla López, quien recalcó el compromiso de su empresa con el sector agroalimentario "donde hay un olivo hay una caja rural", y señaló alguna de las claves que debe seguir el sector: innovación, producir más, poner en valor la figura del agricultor y crear valor a través de la diferenciación. A continuación fue el turno de Jaime Lillo, que acudió en representación del COI y empezó su intervención recalcando el liderazgo de España: "corresponde al líder mirar hacia adelante y hacia el futuro". Para Jaime Lillo, "la buena noticia no es que se haya duplicado la producción, la buena noticia es que se ha duplicado el consumo" y en ese sentido, señaló que el reto es seguir conquistando nuevos mercados y atrayendo más consumidores. Para ello, sin embargo, conviene evitar la "banalización" del producto (un término que volvió varias veces en boca de varios de los participantes del debate) y dejó en el aire la cuestión esencial: ¿somos capaces de valorizar el producto?

Alrededor de esa cuestión giró la mesa de debate titulada "La calidad de nuestro aceite", moderada por D. Rafael Daniel, director de la Revista Digital "elEconomistaAGRO". Participaron Pedro Barato, el presidente de la Interprofesional del Aceite de Oliva Español, Antonio Luque, presidente del consejo rector Dcoop, Wanceslao Moreda, científico titular del CSIC y responsable del Grupo de Calidad y Pureza del Aceite de Oliva, el analista oleícola Juan Vilar y el presidente de Anierac, Gonzalo Guillén Bejumea. Mientras que algunos compararon nuestro contexto con el francés, quienes "venden mejor sus productos", otros rompieron una lanza en favor del sector agroalimentario "somos líderes en producción y muy líderes en calidad", dijo el presidente de Anierac, y añadió "las almazaras españolas son las mejores con muchísima diferencia".

Otro tema en boga que ocupó gran parte del debate fue la polémica creada alrededor de los paneles de cata. Casi todos coincidieron en que el sistema de aplicación debe mejorarse para que no se convierta "en una barrera comercial", como dijo Antonio Luque. "El debate es complejo", añadió, "en nuestra empresa un mismo inspector y un mismo laboratorio una muestra nos dio extra y otra nos dio virgen". El presidente de Anierac citó estudios que demuestran que existe "hasta un 30% de variabilidad" en los paneles de cata en España y hasta un 50% en otros países. El que no haya criterios unánimes genera una inseguridad jurídica que afecta a los empresarios "vivimos con la espada de Damocles", dijo para zanjar el debate. El presidente de la Interprofesional reconoció la problemática y si bien coincidió con Juan Vilar en que "la técnica y la informática nos darán nuevas formas de obtener más seguridad", también admitió que "cuando el sector pide cambios, tenemos que atenderlos" y que el sistema de catas "no debe ser tan vinculante" y "debe evolucionar.

A las 12 y cuarto intervino el Secretario General de Agricultura y Alimentación, Fernando Miranda, para clausurar el acto con un discurso institucional en el que reivindicó el papel de su ministerio en apoyo al sector. Respecto al tema de la autorregulación, y de las reuniones mantenidas en Bruselas para abordar la temática, mencionó que “la receptividad de la Comisión a la propuesta de las cooperativas ha sido muy buena”, y puso plazo a la respuesta que esperan obtener para saber cómo esta se puede llevar a cabo: “tres o cuatro meses”, por lo que la medida podría estar a punto para ponerse en marcha en la próxima campaña.