Revista
La combinación de una alimentación basada en los principios de la dieta Mediterránea y una actividad física regular puede reducir significativamente el riesgo de iniciar tratamiento con medicamentos psiquiátricos y neurológicos en adultos mayores. Así lo concluye una investigación liderada por el Instituto de Investigación del Hospital del Mar y la Facultad de Ciencias de la Salud Blanquerna-Universitat Ramon Llull, publicada en la revista científica Age and Ageing.
Resultados clave
El análisis, basado en los datos del estudio PREDIMED —con una muestra entre 6.000 y 7.000 personas mayores de 65 años seguidas durante casi cinco años— muestra una reducción del riesgo de iniciar el consumo de los siguientes grupos farmacológicos:
Cada punto adicional de adherencia a la dieta Mediterránea (en una escala de 0 a 14) se asoció con una reducción del 23% al 28% en el inicio de estas medicaciones. Por su parte, aumentos moderados en actividad física (equivalentes a caminar 40 minutos intensamente o hacer ejercicios suaves 30 minutos semanales) también mostraron efectos beneficiosos, especialmente sobre el inicio de antidepresivos (-20%) y ansiolíticos (-15%).
Mecanismos neuroprotectores
Los autores atribuyen estos beneficios a mecanismos neuroprotectores como:
Implicaciones para la salud pública
El Dr. Álvaro Hernáez, investigador principal del estudio, destaca que la combinación de una dieta saludable con actividad física ofrece una estrategia no farmacológica prometedora para reducir la dependencia de psicofármacos en la población de edad avanzada, un colectivo con alta prevalencia de consumo de este tipo de medicaciones en Europa.
El Dr. Víctor Pérez, jefe de Psiquiatría del Hospital del Mar y del área de Salud Mental de CIBERSAM (no implicado directamente en el estudio), subraya el interés creciente por explorar factores protectores como la alimentación y el ejercicio en salud mental.
Próximos pasos
El equipo investigador se plantea ahora desarrollar un ensayo clínico aleatorizado para confirmar estos hallazgos y evaluar la eficacia de estas intervenciones en la prevención primaria de trastornos mentales como depresión, ansiedad, psicosis o epilepsia en población mayor.
Participación colaborativa
El trabajo ha contado con la participación de expertos del CIBER en diversas áreas: CIBERCV (Enfermedades Cardiovasculares), CIBEROBN (Obesidad y Nutrición) y CIBERESP (Epidemiología y Salud Pública).