Revista
Por su parte, aumentos moderados en actividad física (equivalentes a caminar 40 minutos intensamente o hacer ejercicios suaves 30 minutos semanales) también mostraron efectos beneficiosos, especialmente sobre el inicio de antidepresivos (-20%) y ansiolíticos (-15%).Mecanismos neuroprotectoresLos autores atribuyen estos beneficios a mecanismos neuroprotectores como:Reducción del estrés oxidativo y de la neuroinflamación.Mejora de la función neurotransmisora.Posibles modificaciones epigenéticas positivas del ADN.Implicaciones para la salud públicaEl Dr. Álvaro Hernáez, investigador principal del estudio, destaca que la combinación de una dieta saludable con actividad física ofrece una estrategia no farmacológica prometedora para reducir la dependencia de psicofármacos en la población de edad avanzada, un colectivo con alta prevalencia de consumo de este tipo de medicaciones en Europa.El Dr. Víctor Pérez, jefe de Psiquiatría del Hospital del Mar y del área de Salud Mental de CIBERSAM (no implicado directamente en el estudio), subraya el interés creciente por explorar factores protectores como la alimentación y el ejercicio en salud mental.Próximos pasosEl equipo investigador se plantea ahora desarrollar un ensayo clínico aleatorizado para confirmar estos hallazgos y evaluar la eficacia de estas intervenciones en la prevención primaria de trastornos mentales como depresión, ansiedad, psicosis o epilepsia en población mayor.Participación colaborativaEl trabajo ha contado con la participación de expertos del CIBER en diversas áreas: CIBERCV (Enfermedades Cardiovasculares), CIBEROBN (Obesidad y Nutrición) y CIBERESP (Epidemiología y Salud Pública).
Publicado en The American Journal of Clinical Nutrition