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Aceites Guadalquivir, SCA, empresa productora del aceite de oliva virgen extra Buensalud, ha ejecutado un ambicioso proyecto de mejora tecnológica y medioambiental en su almazara de Villanueva de la Reina (Jaén). La iniciativa, denominada “Perfeccionamiento del proceso productivo de la elaboración del aceite de oliva”, representa un salto cualitativo en eficiencia, sostenibilidad y control del proceso productivo.
Este proyecto ha sido cofinanciado por el Programa LEADER, en el marco de la Estrategia de Desarrollo Local en el ámbito rural de Andalucía, a través del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) y la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía. El expediente, registrado como 2022/JA01/OG1PS6/054, ha permitido a la cooperativa implementar soluciones tecnológicas avanzadas sin perder su arraigo local ni su esencia artesanal.
Innovación tecnológica al servicio de la calidad
Uno de los principales avances de este proyecto es la incorporación de nuevos sistemas de análisis y control, que permiten monitorizar con mayor precisión todas las etapas del proceso de elaboración del AOVE. Esta mejora técnica tiene un impacto directo en la calidad organoléptica y estabilidad del producto final, reforzando el posicionamiento de Buensalud en el segmento de aceites premium.
Además, la automatización parcial del control de procesos ha reducido la necesidad de análisis externos, lo que permite actuar con mayor rapidez ante cualquier desviación de parámetros críticos, garantizando así un estándar de calidad más exigente y constante.
Sostenibilidad: eficiencia energética e hídrica
El proyecto también ha supuesto un importante avance en términos medioambientales. Gracias a la optimización de recursos técnicos e hidráulicos, Buensalud ha conseguido reducir el consumo de agua y energía, mejorando su eficiencia y disminuyendo su impacto ambiental.
Esta estrategia se alinea con los objetivos de sostenibilidad promovidos por la Unión Europea y responde a una creciente demanda del mercado por productos elaborados con criterios responsables y trazables.
Menos desplazamientos, más eficiencia operativa
La posibilidad de realizar controles y análisis directamente en planta, sin necesidad de recurrir a laboratorios externos, no solo reduce costes logísticos, sino que también minimiza la huella de carbono asociada a los desplazamientos. Esta descentralización del análisis técnico contribuye a agilizar la toma de decisiones y optimiza los tiempos de respuesta en los procesos productivos.
Compromiso con el entorno rural
Más allá del impacto tecnológico y medioambiental, esta inversión refuerza el compromiso de la cooperativa con el desarrollo del medio rural. La mejora de los procesos productivos no implica sustitución de empleo, sino una profesionalización progresiva del capital humano, generando mejores condiciones laborales y mayor estabilidad para los trabajadores del sector oleícola en la comarca.
Con esta actuación, Buensalud demuestra que es posible conjugar tradición e innovación, apostando por un modelo de producción que no solo garantiza la calidad del AOVE, sino que también contribuye activamente a la dinamización económica y social del medio rural andaluz.