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Huévar del Aljarafe (Sevilla) acogió recientemente una jornada de capacitación organizada por el Grupo Operativo oliVAr, consorcio andaluz que trabaja en el desarrollo de un sistema automatizado de detección e identificación de plagas en el olivar. La iniciativa, basada en visión artificial, permite el reconocimiento, recuento y análisis de plagas de forma remota, incorporando además variables climáticas para una gestión agronómica más eficiente.
Un sistema inteligente, económico y de bajo mantenimiento
El consorcio multidisciplinar está integrado por Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, la Universidad Loyola, la Fundación Ayesa y la asociación de productores Opracol Sevilla. Juntos han diseñado un sistema que utiliza sensores, cámaras y algoritmos de inteligencia artificial para identificar y cuantificar plagas presentes en los olivares andaluces. El objetivo es ofrecer una herramienta fiable, asequible y de fácil uso, especialmente orientada a explotaciones medianas y pequeñas.
Durante la jornada, inaugurada por la alcaldesa de Huévar, María Eugenia Moreno Oropesa, se destacó la importancia de aplicar tecnologías digitales en un sector clave como el olivar. “Esta innovación es un gran paso adelante para nuestra tierra y para la sostenibilidad del cultivo del olivo”, afirmó la regidora.
Desde Opracol, su presidente José Segura subrayó que “todo lo que es bueno para el olivar, es bueno para Andalucía”. Por su parte, César Díaz Barroso, responsable de I+D+i en Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, señaló el gran interés que este tipo de tecnologías despierta entre las cooperativas y su potencial transformador.
Sensores, visión artificial y plataforma digital
La jornada técnica incluyó tres ponencias especializadas y una demostración de campo. El técnico de la Universidad Loyola, Ismael Rivera, explicó el despliegue e instalación de los dispositivos en el campo. El sistema toma dos imágenes diarias de los insectos capturados en trampas inteligentes, que se procesan mediante visión artificial para identificar y contabilizar especies. El reto, explicó Rivera, ha sido ajustar la resolución y la incidencia lumínica para obtener datos válidos durante todo el año.
Una de las principales ventajas del sistema es la generación de una base de datos histórica, que permitirá predecir la aparición de plagas y anticipar medidas fitosanitarias.
A continuación, Marina Perea, ingeniera informática de la Fundación Ayesa, presentó la plataforma digital de visualización de datos, una interfaz que permite a técnicos y agricultores monitorizar en tiempo real la situación de cada parcela. La solución incorpora análisis de curvas de vuelo y registros visuales que ayudan a planificar las intervenciones de forma más eficiente. “La herramienta no solo detecta plagas, sino que también optimiza la toma de decisiones en campo”, explicó Perea.
Validación en campo y próximos pasos
La jornada finalizó con una demostración práctica en campo donde los asistentes pudieron ver los prototipos de trampas y su funcionamiento. Estas están equipadas con conectividad Wi-Fi y transmiten los datos capturados a la nube, lo que reduce la necesidad de visitas presenciales.
Miguel Ángel Ortega, técnico de Opracol, aseguró que la herramienta ha demostrado su eficacia incluso en condiciones meteorológicas adversas: “El sistema ahorra desplazamientos al técnico y es muy preciso en el conteo por sexo. Aún necesitamos al menos un año más de pruebas para sacarle todo su potencial”.
Financiación y respaldo institucional
El proyecto oliVAr está financiado por los Fondos Europeos Agrícolas de Desarrollo Rural (FEADER) y cofinanciado por la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, en el marco de la convocatoria EIP-AGRI 2022 para el funcionamiento de Grupos Operativos Regionales en innovación agrícola.