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Un ensayo experimental desarrollado por el Centro Tecnológico Nacional de la Industria Auxiliar de la Agricultura, Fundación TECNOVA, ha confirmado que el uso de biochar como enmienda orgánica incrementa significativamente la producción y calidad del cultivo de tomate bajo invernadero. La investigación, realizada durante 157 días en un invernadero de Almería, evaluó distintos tratamientos aplicados al suelo, destacando la eficacia del biochar, tanto en solitario como en combinación con estiércol.
Cinco tratamientos y un único cultivo
El experimento se estructuró en cinco tratamientos aplicados a grupos de cinco plantas de tomate, cultivadas bajo condiciones controladas. Se analizaron: un grupo sin enmienda, otro con estiércol, uno con biochar, y dos combinaciones con distintas proporciones de biochar y estiércol (80/20 y 60/40, respectivamente). El biochar utilizado fue producido por la empresa Carboliva a partir de pulpa de aceituna, un subproducto del olivar.
Durante el ensayo, los técnicos de TECNOVA registraron parámetros clave como el rendimiento por planta, características físico-químicas del suelo, concentración de nutrientes, composición del fruto, y retención de humedad.
Mayor producción, mejor suelo
Los datos obtenidos evidencian un impacto positivo del biochar sobre múltiples variables agronómicas. Los tomates de las plantas tratadas exclusivamente con biochar mostraron el mayor número de frutos recolectados, mientras que el tratamiento combinado de 60% estiércol y 40% biochar ofreció el mayor rendimiento por metro cuadrado en términos de peso fresco (+18%). A su vez, las plantas tratadas solo con biochar registraron un incremento del 17% en el rendimiento respecto al control.
En términos de calidad del suelo, los tratamientos con biochar presentaron mejoras notables: menor concentración de nitratos, sales, sodio y otros cationes, así como una capacidad superior de retención de humedad, especialmente en las combinaciones biochar/estiércol.
Sostenibilidad y economía circular
Para Álvaro Espuny, CEO de Carboliva, estos resultados no solo avalan la eficacia del biochar como bioenmienda, sino que refuerzan su valor como herramienta para una agricultura más sostenible. “Este estudio se suma a los hallazgos del proyecto Soil O-Live, donde el uso de biochar incrementó la producción en olivar hasta en un 24%. Ahora comprobamos beneficios similares en un cultivo estratégico como el tomate”, señala.
Espuny también subraya la ventaja ambiental del biochar, que actúa como sumidero de carbono, contribuyendo a mitigar el cambio climático. Carboliva es actualmente la única empresa española que produce biochar a partir de biomasa del olivar (pulpa y hueso), convirtiendo residuos agroindustriales en un insumo de alto valor para la agricultura.