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El sector del olivar en España, además de ser clave en la producción de aceite, ofrece una oportunidad estratégica para la transición energética. Residuos como alperujos, orujos y restos de poda tienen un enorme potencial para convertirse en fuentes de biogás y biometano, energías renovables que podrían diversificar el mix energético del país. Esta alternativa no solo contribuiría a la sostenibilidad ambiental, sino también a la generación de nuevas oportunidades económicas en las zonas rurales. Óleo, entrevista al presidente de la Asociación Española de Biogás (AEBIG), Luis Puchades profundizando en los desafíos, las tecnologías emergentes y el papel que podría jugar el olivar en este cambio energético.
A pesar del enorme potencial de España, el desarrollo del biogás sigue rezagado respecto a otros países europeos, ¿cuáles son las principales barreras que enfrenta el sector y qué medidas serían necesarias para acelerar su crecimiento? Y, ¿considera que la firma de los acuerdos firmados recientemente con AINIA y TECNIBERIA podría impulsar el desarrollo del biogás y el biometano en nuestro país?
El sector del biogás y el biometano en España cuenta con un gran potencial debido a la abundancia de recursos orgánicos disponibles, incluyendo residuos agrícolas, ganaderos e industriales. Sin embargo, su desarrollo ha sido más lento en comparación con otros países europeos debido a diversas barreras. Entre ellas, destacan la falta de un marco regulador estable y específico para el biogás, la ausencia de incentivos económicos claros que permitan la rentabilidad de los proyectos, y el desconocimiento por parte de algunos sectores clave sobre las ventajas de esta fuente de energía renovable. Además, tampoco se facilita la integración con la infraestructura de conexión a la red gasista, lo que dificulta la integración del biometano en el sistema energético nacional.
Para acelerar su crecimiento, es fundamental la implementación de medidas concretas, como la simplificación y agilización de los trámites administrativos para la construcción y operación de plantas de biogás, el desarrollo de un marco normativo sólido que proporcione estabilidad a los inversores y la creación de incentivos económicos que fomenten la producción y uso del biometano. Asimismo, es esencial una mayor concienciación y formación en el sector sobre los beneficios del biogás, no solo desde el punto de vista energético, sino también en términos de economía circular, impacto positivo sobre el sector primario y reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
En este contexto, los acuerdos recientemente firmados con AINIA y TECNIBERIA representan un paso clave para el impulso del sector. AINIA, como centro tecnológico especializado en agroalimentación, y TECNIBERIA, como asociación de empresas de ingeniería, aportarán conocimiento y recursos para la innovación y optimización de procesos. Estas colaboraciones permitirán mejorar la eficiencia de la producción de biogás, desarrollar nuevas tecnologías de valorización de residuos y fomentar la viabilidad económica de los proyectos, facilitando así la expansión del biogás y el biometano en España.
¿Qué tecnologías y procesos se están implementando o se prevén implementar para aprovechar estos subproductos y convertirlos en biogás y biometano? ¿Y a nivel logístico?
Actualmente, se están desarrollando e implementando diversas tecnologías innovadoras para mejorar la producción y aprovechamiento del biogás y el biometano. La digestión anaerobia sigue siendo la tecnología clave para la conversión de residuos orgánicos en biogás, pero su eficiencia ha mejorado considerablemente gracias a avances en la optimización de procesos, pretratamientos de la materia prima y control automatizado de las plantas.
En términos de upgrading, se están introduciendo tecnologías avanzadas para la depuración del biogás y su conversión en biometano, como la absorción química, la separación por membranas y la criogenización. Estas tecnologías permiten obtener un biometano de alta calidad, apto para ser inyectado en la red de gas natural o utilizado como combustible vehicular, contribuyendo a la descarbonización del transporte y la industria.
A nivel logístico, se están desarrollando sistemas eficientes de recogida, almacenamiento y transporte de residuos orgánicos para optimizar la cadena de valor del biogás. También se están implementando modelos de producción descentralizada con plantas más pequeñas ubicadas cerca de las fuentes de residuos, reduciendo los costes de transporte y mejorando la sostenibilidad del sistema. Además, se están promoviendo infraestructuras para la distribución del biometano.
Por último, cada vez más proyectos optan por hacer tratamientos de los digeridos para convertirlos en fertilizantes orgánicos con un mayor valor añadido. Existen numerosas iniciativas con tecnologías muy prometedoras en este campo.
Tienen disonible la entrevista para su lectura completa en el número 200 de Óleo.