La agricultura enfrenta desafíos sin precedentes, pero también grandes oportunidades gracias a la innovación tecnológica. Esto quedó claro en la primera edición de Expo AgriTech 2024, celebrada en Málaga, que reunió a 405 expertos internacionales y 7.829 profesionales de más de 15 países. Este evento, respaldado por la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía y Fondos Europeos FEDER, ha identificado las 9 tendencias que redefinirán el panorama agroalimentario en 2025:

• Agricultura regenerativa.- Una respuesta al desgaste del suelo.- La pérdida de fertilidad en los suelos es uno de los mayores retos para la industria. En Expo AgriTech se destacó que hasta el 70% de los suelos europeos están deteriorados y que más del 50% han perdido fertilidad a nivel global. Este modelo actual de producción no es sostenible y podría colapsar en las próximas décadas. La agricultura regenerativa se posiciona como una solución clave: prácticas sostenibles que ya aplican el 15% de los agricultores a nivel mundial han demostrado resultados impactantes, como la mejora del 50% en el aprovechamiento del agua y un incremento del 20% en la calidad de los cultivos.
• La sequía como motor de transformación tecnológica.- El cambio climático amplifica la frecuencia y severidad de las sequías, un fenómeno que podría aumentar hasta un 90% en verano hacia 2080 si no se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero. Esto está impulsando tecnologías como el riego de precisión, los gemelos digitales, la agrovoltaica y el uso de blockchain para la gestión hídrica eficiente.
• Una agricultura sin agricultores.- El papel de los grandes inversores.- La agricultura está dejando de ser un negocio familiar para convertirse en una industria controlada por grandes fondos de inversión. Estas entidades buscan maximizar la rentabilidad mediante estructuras empresariales avanzadas. En 2025 veremos una consolidación de esta tendencia, con explotaciones más organizadas y profesionalizadas que integran estrategias empresariales y planes de negocio claros.
• Biotecnología.- Cultivos resilientes frente al cambio climático.- El desarrollo de plantas resistentes a la salinidad, como nuevas variedades de arroz y trigo genéticamente editadas, lidera la aplicación de la biotecnología en la agricultura. Estas soluciones no solo aumentan la productividad, sino que también reducen la dependencia de fertilizantes químicos mediante el uso de microorganismos que enriquecen el suelo.
• La inteligencia artificial.- La aliada del agricultor moderno.- La IA está revolucionando el sector agrícola, aunque su adopción aún es limitada. Solo el 7% de las explotaciones españolas utilizan inteligencia artificial para optimizar procesos. En Expo AgriTech se destacó el potencial de la IA generativa para predecir cosechas, asesorar a agricultores y tomar decisiones estratégicas. El reto, según los expertos, está en democratizar estas herramientas para que pequeñas y medianas empresas también puedan beneficiarse de ellas.
• Robotización del campo.- Más allá de la automatización.- El avance de la robótica en la agricultura permite optimizar tareas específicas como la recolección y clasificación de productos. Tractores autoguiados, drones que analizan terrenos y brazos robóticos que cosechan frutas en su punto exacto son algunas de las innovaciones ya en marcha. A pesar del alto interés (90% de los agricultores quieren implementar estas soluciones), solo el 30% ha conseguido incorporar tecnologías avanzadas debido a las barreras económicas.
• El valor de los datos en la agricultura.- La recolección y análisis de datos es clave para optimizar recursos y maximizar rentabilidad. Sin embargo, su adopción enfrenta desafíos como la falta de estandarización y la falta de información abierta. En Expo AgriTech se destacó la necesidad de fomentar la formación en herramientas de gestión de datos para superar estas barreras y garantizar una agricultura más eficiente y rentable.
• El desafío del relevo generacional.- La falta de jóvenes agricultores es una amenaza para la sostenibilidad del sector. Problemas como la burocracia, la volatilidad del mercado y las altas inversiones iniciales desmotivan a las nuevas generaciones. La Política Agraria Común (PAC) y otras iniciativas buscan revertir esta tendencia mediante incentivos como microcréditos y programas de modernización.
• Créditos de carbono.- La nueva oportunidad económica.- Las certificaciones de carbono y los créditos asociados se perfilan como una herramienta crucial para la sostenibilidad y la rentabilidad agrícola. Prácticas como el laboreo mínimo y la rotación de cultivos permiten capturar CO₂, generando créditos que pueden comercializarse por hasta 30 euros por tonelada. Estos incentivos económicos están fomentando la adopción de prácticas regenerativas en el sector.

Estas 9 tendencias representan una hoja de ruta para un sector que busca adaptarse a las demandas del mercado y a las exigencias medioambientales, mientras se asegura la rentabilidad y resiliencia de sus explotaciones.