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Esta semana pasada, el Consejo Oléicola Internacional ha celebrado en su sede de Madrid la reunión ordinaria del Consejo de Miembros de la Institución, que ha culminado con la celebración anual del Día Mundial del Olivo.
Entre otras cuestiones, se ha refrendado el acta aprobada en el comité de expertos donde se reflejaba la exposición por parte de los socios de la empresa Elaia Zait de la nueva copa rojo granate para su valoración. Finalmente, se comprobó el cumplimiento estricto de la norma y su total validez como utensilio para la cata y degustación de aceites. Con este trámite formal, la institución valida su uso por profesionales y paneles de cata a la hora de realización del análisis sensorial.
La aparición de la nueva copa de cata rojo granate nace con la pretensión de sustituir el tradicional vaso de color azul cobalto que, según ha quedado demostrado en este estudio de la Universidad de Jaén, no anula completamente las tonalidades de los aceites, lo que da pistas sobre el color del aceite a valorar, lo que introduce sesgos en su análisis sensorial.
Pero esta copa también tiene sus detractores, quienes argumentan que el color rojo excita al profesional y, por tanto, no es un color adecuado para la calma necesaria a la hora de realizar el análisis. Los defensores, por su parte, argumentan que el rojo es el color del primer chakra y que agudiza y estimula los sentidos del gusto y del olfato.