Revista
El 5 de diciembre de 2024, en el marco del Día Mundial del Suelo, se destaca el tema "Cuidar los suelos: medir, monitorear y gestionar", que subraya la necesidad de contar con datos precisos para una gestión sostenible de este recurso vital. Más del 95% de los alimentos y 15 de los 18 elementos esenciales para las plantas provienen del suelo, lo que lo convierte en un pilar fundamental para la vida en la Tierra.
Sin embargo, el cambio climático y las prácticas agrícolas convencionales están acelerando la degradación de los suelos. En España, los niveles de carbono en el suelo son los más bajos de Europa, lo que limita su fertilidad, capacidad de retención de agua y biodiversidad.
Suelos degradados: un desafío nacional
El contenido promedio de materia orgánica en los suelos españoles es del 1,72%, muy por debajo de los niveles ideales. Regiones húmedas como Galicia lideran en materia orgánica, pero en gran parte del país los suelos son pobres en carbono. Estudios en la provincia de Valencia muestran que un aumento en el contenido de materia orgánica del 1% al 4% podría triplicar la capacidad de almacenamiento de agua del suelo, equivalente a 176 Hm³, superando la capacidad del embalse de Forata.
Reforestación: una tarea pendiente
La reforestación y la gestión forestal son estrategias clave para restaurar los suelos. Sin embargo, en España, la superficie reforestada ha caído drásticamente de 198.217 hectáreas en 1996 a apenas 3.839 hectáreas en 2022. En la Comunidad Valenciana, el Plan Forestal identifica más de 7.000 hectáreas estratégicas para mejorar la cobertura arbórea, pero los avances han sido lentos.
“La reforestación no solo mejora la materia orgánica, sino que reduce la escorrentía, aumenta la infiltración y protege los cauces de agua. Es una herramienta fundamental contra la degradación del suelo y el cambio climático”, señala Miguel Ángel Ortega, presidente de Reforesta.
Agricultura regenerativa: una alternativa sostenible
La agricultura convencional, con labranza intensiva, uso excesivo de fertilizantes y monocultivos superintensivos, ha agotado los suelos en amplias áreas del país. Frente a esta realidad, la agricultura regenerativa se posiciona como una solución viable al restaurar el equilibrio del suelo mediante la incorporación de materia orgánica, biodiversidad microbiológica y balance mineral.
Aunque inicialmente puede reducir los rendimientos, esta técnica mejora la fertilidad del suelo y la disponibilidad de agua a largo plazo, aumentando la resiliencia ante plagas y reduciendo la necesidad de insumos químicos.
Una llamada global por la sostenibilidad del suelo
El Día Mundial del Suelo, impulsado por la FAO desde 2014, tiene sus raíces en la propuesta de la Unión Internacional de Ciencias del Suelo en 2002, con el objetivo de promover acciones colaborativas para la conservación del suelo. En esta edición, el llamado es claro: medir, monitorear y gestionar nuestros suelos para garantizar su sostenibilidad y capacidad de alimentar al mundo.
España, como uno de los países con mayores desafíos en este ámbito, debe priorizar políticas de reforestación, prácticas agrícolas sostenibles y programas educativos que fomenten la conservación del suelo. La lucha por un suelo más saludable es, en esencia, la lucha por un planeta habitable para las generaciones futuras.