Revista
Oleo Digital.- El despilfarro de alimentos es actualmente uno de los temas que más preocupan a consumidores y administraciones, de modo que el centro tecnológico Ainia ha desarrollado varios proyectos con el fin de crear etiquetas de radiofrecuencia en las que, a través del uso de móviles de última generación con tecnología NFC, se pueda conocer la temperatura del producto, estimar su vida útil y si es seguro o no consumirlo.
Según Ricardo Díaz, jefe del Departamento de Instrumentación y Automática del centro tecnológico Ainia, estas etiquetas no han podido ser desarrolladas hasta ahora debido a su alto coste, ya que precisaban una antena y un ordenador para hacer el registro de datos y la interpretación de los análisis para estimar si los alimentos se podían consumir.
Pero el desarrollo de terminales inteligentes (smartphones) y con la tecnología NFC (comunicación de campo cercano), un sistema basado en la emisión y recepción de datos en alta frecuencia a corta distancia, han permitido bajar los costes y hacer viables estas tecnologías.
Según Díaz, hasta el momento se han desarrollado modelos y experiencias piloto, y aunque es una tecnología viable "aún no está disponible en el mercado", y aboga por promover su utilización, "sobre todo en productos vulnerables y de mayor valor añadido".
La inclusión de estas etiquetas puede ser asumible cuando se valora el ahorro que supone el no despilfarrar muchos alimentos que se tiran al sospechar que pueden estar en mal estado, indica el técnico de Ainia, quien añade que podrían ser utilizadas tanto en envases de pescado y carne como de platos preparados "con fecha de vida útil bastante corta". El centro tecnológico Ainia considera que las etiquetas activas son una "solución fiable y asequible", ya que pueden indicar al consumidor si el producto es apto o no para su consumo, al tiempo que le ofrecen la información nutricional.