Esta instalación de biomasa en proyecto requerirá una inversión cercana a los 5.000 millones de pesetas, que servirá para garantizar la compra, a un precio superior al actual, de entre 150.000 y 300.000 toneladas al año (con sólo 10 meses de trabajo efectivo) del llamado orujo de dos fases.
Gracias a esta planta situada en la zona regable del Genil-Cabra se podría solventar el problema que supone este subproducto del olivar, generando 15 MW de potencia eléctrica en cogeneración con gas natural. Además, aprovechando los gases de combustión a 500º C se secarían unas 1.000 toneladas diarias de orujo de dos fases, liberando la mayor parte del orujillo que antes se quemaba en los hornos de los secaderos, para alimentar otra planta de generación eléctrica. En ella se obtendría una potencia adicional de 10 MW, mediante el uso de unas 42.000 toneladas anuales de orujillo.
Con el mismo circuito del orujo, se podría humectar el orujillo con los alpechines que las almazaras proveedoras no puedan evaporar en sus balsas. De esta forma, este orujillo pasaría a los secaderos, donde desaparecido el alpechín, que se transformaría en vapor de agua a un coste muy reducido, al disponer de los gases de la combustión procedentes de la cogeneración.
De momento las instalaciones ocupan 15.000 hectáreas, que se ampliarían hasta alcanzar las 22.000, para la recogida y aprovechamiento energético de 30.000 toneladas adicionales de biomasas procedentes de rastrojos de girasol o podas de olivar, entre otros.