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AMDPress.- Ante la próxima Reunión Ministerial de la Organización Mundial del Comercio -que tendrá lugar el 10 de septiembre en Cancún (México)- enmarcada en el proceso negociador que comenzó en Doha en 2001 y que deberá finalizar el 1 de enero de 2005, el presidente de la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja), Pedro Barato, ha declarado que “La última reforma de la PAC debe constituir el límite negociador en la reunión ante las fuertes demandas de liberalización comercial que presentan otros países”.
Desde Asaja, se apunta que las negociaciones agrícolas, que constituyen el aspecto principal de esta Reunión, parten en esta ocasión, con un ligero avance, gracias al compromiso alcanzado entre Estados Unidos y la Unión Europea sobre agricultura y que fija la orientación de la negociación. Así, los dos bloques están de acuerdo en temas fundamentales como son la reducción de los apoyos internos, la mejora del acceso al mercado y el control de las formas de ayuda a la exportación.
Sin embargo, en opinión de Asaja, esto es tan sólo una declaración de intenciones ya que en el acuerdo suscrito no se concretan ni los detalles ni las cifras de aplicación de estas medidas. Además, existen otros asuntos importantes que han quedado fuera del compromiso por falta de acuerdos como son los aspectos no comerciales o la protección de las indicaciones geográficas, cuestión de especial relevancia para la posición negociadora de la Unión Europea.
Además, la organización agraria ha explicado que la Unión Europea se sitúa en una posición claramente avanzada, tras la reciente aprobación de la reforma de la PAC y la firma el Acuerdo de Liberalización Comercial con los Países Menos Avanzados (PMA), por lo que deben ser el resto de bloques negociadores los que muestren hasta donde están dispuesto a llegar en favor del consenso.
Por todo lo explicado anteriormente, Asaja –que viajará a Cancún con Pedro Barato a la cabeza- hace un llamamiento a los negociadores comunitarios para que aprovechen la situación de partida y sobre todo hagan valer la última reforma de la PAC, sin realizar ninguna concesión suplementaria que vaya en detrimento de los intereses de los agricultores europeos.