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Oleo Digital.- La Consejería de Agricultura andaluza ha publicado una orden por la que se aprueba el Reglamento Específico de Producción Integrada de Andalucía para las industrias de obtención de aceituna de mesa, que entró en vigor el pasado 6 de octubre. El principal cambio se produce en métodos de obtención de aceitunas negras, bajando la concentración salina de su salmuera.
Esta nueva norma busca adaptarse a los actuales métodos de producción y exigencias del mercado, dando respuesta a las demandas del sector productor, tal y como se prevé en la Orden de 13 de diciembre de 2004, que establece que la revisión de los Reglamentos Específicos se podrá realizar en cualquier momento, con objeto de recoger las modificaciones de la normativa aplicable o las innovaciones tecnológicas y, al menos, cada cinco años.
La Producción Integrada es un sistema de producción agraria que utiliza prácticas compatibles con la protección y mejora del medio ambiente, los recursos naturales, la diversidad genética y la conservación del suelo y el paisaje. Desde el punto de vista técnico, consiste en la aplicación racional de las prácticas agrícolas, basadas en criterios técnicos de buenas prácticas agrícolas, cuyos objetivos son conseguir una producción de alta calidad organoléptica y sanitaria, garantizando la seguridad de los alimentos, la conservación del medio ambiente y el mantenimiento de la economía de las explotaciones, entendiéndose, en el caso del olivar, no sólo la producción de aceitunas, sino también toda la fase industrial de obtención del aceite.
El nuevo Reglamento define las prácticas de obtención de aceituna de mesa, elaboración y envasado que, bajo la dirección de un servicio técnico competente, deben llevar a cabo las industrias en los procesos de obtención de aceituna de mesa para la utilización del Distintivo de Garantía de Producción Integrada de Andalucía.
Sus principales cambios se refieren al procedimiento de obtención de aceitunas negras, cuya tecnología ha experimentado un significativo avance, permitiendo la obtención de un producto de igual, e incluso mayor calidad, y con menor contenido en sal, como resultado de la disminución de la concentración de la salmuera, asegurando su conservación mediante adición de ácido acético. El resultado es una producción más sostenible y respetuosa con el medio ambiente, al generarse menos vertidos salinos.
Otra de las novedades introducidas por esta normativa es el cambio del tamaño de los depósitos de conservación de aceitunas, ya que debido a la capacidad de peso de la aceituna debe expresarse más correctamente en kg.