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Oleo Digital.- Tras las consultas ambientales llevadas a cabo sobre los proyectos “Modernización de regadíos de las Vegas Altas del Guadalquivir, Sector I” y “Modernización de regadíos de las Vegas Medias del Guadalquivir, Sector V-1” (Jaén) y tras el procedimiento de evaluación preliminar, el Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino, al no observar impactos adversos significativos, ha adoptado la decisión de no someterlo al procedimiento completo de evaluación de impacto ambiental.
El primer proyecto tiene por objeto modernizar las instalaciones de los regadíos del sector I de las Vegas Altas del Guadalquivir, así como transformar el riego a pie existente en la zona por un riego a presión localizado y por aspersión, con el objetivo final de contribuir a la racionalización y al ahorro del agua utilizada para regadíos. La modernización de regadíos afecta a una extensión de 295 hectáreas.
Conforme a las estimaciones del promotor, el consumo actual de agua para los regadíos de este sector es de 6.000 m3/ha año y el consumo tras la modernización será de 2.627 m3/ha año, por lo que el proyecto contribuirá a un ahorro anual total de 0,99 Hm3. Los excedentes de agua que se generan no podrán utilizarse para la puesta en regadío de terrenos que no lo estén en la actualidad. Además, el promotor ha previsto medidas para que la aplicación del proyecto contribuya a la
mejora de la calidad de las aguas.
El objeto del segundo proyecto es la modernización y mejora de los riegos del sector V-1 de las Vegas Medias del Guadalquivir, modernizando las instalaciones y transformando el riego a pie de la zona por un riego de presión localizado y de aspersión, lo que generará un ahorro de la cantidad de agua utilizada para los regadíos.
El proyecto afecta a una superficie de regadío de 1575 ha. e implica la instalación de una red de tuberías de unos 27 Km. y de un conjunto de balsas de regulación con una capacidad de 227.000 m3 en la zona de Guadalimar y 143.000 m3 en la de Iznadiel.
La modernización se refiere exclusivamente a superficies actualmente en regadío, y no supondrá cambios en el tipo de cultivos, que seguirán estando dominados por olivares, cereal, algodón y algunos huertos. El agua de riego provendrá, al igual que en la actualidad, del río Guadalimar. Se prevé alcanzar una mayor eficiencia en el uso de agua de riego y, por tanto, un ahorro de agua, que en ningún caso se podrá utilizar para ampliar la superficie de terrenos de riego, sino que se aplicará
para la garantía de riego y abastecimiento a poblaciones y para la satisfacción de las necesidades ambientales, conforme a lo indicado por el promotor en la documentación.
El principal efecto del proyecto consiste en la reducción del agua consumida en los regadíos, como consecuencia de las mejoras en la eficiencia del riego y de la reducción de pérdidas por filtración y evaporación. El agua ahorrada no será utilizada para las explotaciones agrarias, sino que deberá revertir en la mejora de las condiciones ecológicas de los cauces del río.