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Este estrés térmico, unido a la vecería (fenómeno alternante típico del olivo), ha debilitado la capacidad productiva de los árboles.Además, se ha detectado una presencia significativa de plagas como el prays y el algodoncillo, que, si bien no afectan la calidad del fruto, sí comprometen el volumen de producción, especialmente en las zonas de sierra y secano.Caídas de producción por comarcasEl impacto ya se refleja en estimaciones preliminares por zonas:Sierra Sur (Alcalá la Real, Alcaudete): previsiones de hasta un 30% menos de producción.La Loma (Torreperogil, Villacarrillo): caída estimada del 30 al 40% por vecería y plagas.Mancha Real: floración incompleta, previsión de una cosecha que podría quedarse en un 60% respecto a 2024.Andújar: los olivares de secano presentan mal cuaje de flor; en zonas húmedas, el repilo está debilitando el arbolado.Sierra de Villanueva del Arzobispo e Iznatoraf: daños acumulados por algodoncillo y prays, con pérdida total en algunas parcelas por segundo año consecutivo.Concentración de polen: indicador preocupanteUn dato técnico clave es la concentración de granos de polen de olivo en el aire.
COAG Jaén hace una llamada de atención sobre la situación en la que se encuentra el olivar, muy afectado por el estrés hídrico de cinco años de sequía, y aunque este cultivo es muy agradecido y las últimas lluvias han sido muy beneficiosas, todavía “no se pueden lanzar las campanas al vuelo”.
Demanda de COAG Jaén
Según estimaciones de COAG-Jaén
Organizada por COAG
Según avanza COAG-Jaén