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En la Región de Murcia, se prevé que hasta 2030 más de 300 km² de tierras agrícolas pasen a albergar placas solares, lo que supondría el 5% de toda la superficie del sureste español, según un estudio de la Universidad de Murcia.Finalmente, la Comisión Europea ha admitido una petición presentada por Campiña Norte en la que se alerta sobre el impacto ambiental de los megaproyectos solares en los municipios jienenses de Lopera, Arjona y Marmolejo.
Sin embargo, el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, anunció en noviembre de 2024 la plantación de solo 1,5 millones de árboles en 2.500 hectáreas, una cifra que no cubriría ni el 6% del CO₂ que los olivos centenarios capturan anualmente.Un balance negativo de carbonoEl desequilibrio entre árboles talados y nuevos plantíos resulta alarmante.
“A pesar de ser los principales responsables de la producción de alimentos y la conservación del medio ambiente, siguen al margen de la valoración pública”, señaló Natalia Corbalán, portavoz nacional de la plataforma SOS Rural.Obstáculos estructurales para el desarrollo ruralEl informe identifica como principales frenos al desarrollo del medio rural:Exceso de burocracia: afecta al 75,28% de los encuestados.Falta de empleo: señalada por el 84,63%.Escasez de vivienda: preocupación para el 80,18%.Descoordinación entre administraciones: reconocida por el 62,14%.Además, tan solo un 10% de los encuestados considera que los avances en la España rural han sido significativos en el último año.
Un estudio revela que el 56% de los españoles se opone a la instalación de paneles solares en suelos agrícolas, lo que resalta la necesidad de una ordenación del territorio que equilibre las necesidades energéticas con la conservación de la producción agrícola.SOS Rural insta a una revisión urgente de estas políticas para garantizar un futuro sostenible que no comprometa la capacidad productiva de las tierras agrícolas en Andalucía.