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El aceite de oliva de Languedoc está actualmente reconocido oficialmente como denominación de origen protegida (DOP). La DOP fue registrada el pasado mes de octubre por la Comisión Europea, lo que le otorga protección a nivel europeo. Este reconocimiento valora las prácticas desarrolladas a lo largo del tiempo por los olivicultores locales, según informa el Instituto Nacional de Origen y Calidad de Francia.
Variedades
El aceite de oliva del Languedoc se produce mezclando varias variedades, en particular Lucques y Olivière, que representan al menos el 60% de las variedades de la huerta. Se caracteriza por aromas de tomate y almendra, acompañados en ocasiones de notas de manzana, tanto a nivel olfativo como gustativo, así como por un amargor y picor moderados en boca. Las condiciones de producción reflejan el saber hacer de los olivareros: mantenimiento de los huertos sin desherbado químico, podas que favorezcan el buen desarrollo de los árboles y la buena salud de los frutos, recolección cuidadosa de las aceitunas en madurez controlada, tiempos de recolección-estrujado para preservar las cualidades nutricionales y organolépticas de la oliva.
Economía basada en el olivo desde el siglo X
Los archivos muestran que desde mediados del siglo X se desarrolló en Languedoc una economía real basada en el olivo. Los molinos de aceite florecieron, llegando a 150 molinos de aceite en Languedoc en la primera mitad del siglo XX. La helada histórica de 1956 frenó la industria. Sin embargo, la cultura tradicional del olivo se profesionalizó y retomó su desarrollo a partir de los años 1980. Las prácticas fueron entonces mejor controladas: elección de parcelas favorables, desarrollo del riego, podas regulares de los olivos que permitan mejorar la productividad por hectárea… preservando al mismo tiempo el know-how de los productores.
180 municipios productores
La zona de producción está situada en Languedoc en dos departamentos, 180 municipios del departamento de Aude y 250 municipios del departamento de Hérault. La zona geográfica está abierta al mar por el sureste, y limita al norte y al oeste con el declive de las montañas del norte. Frente al Mediterráneo y compuesta por un relieve de colinas y pequeñas mesetas calizas, la zona geográfica constituye un excelente terruño para el olivo, en particular para las variedades Lucques y Olivière.
En la actualidad, cuenta con 192 hectáreas de cultivo, con olivares de 40.000 pies (50% de la variedad Oliviere, 30% de la variedad Lucques), producidos por 100 olivareros, y a nivel industrial cuenta con 7 molinos.