Revista
AMDPress.- La Federación de Cooperativas Agrarias de Cataluña (FCAC) ha emitido un manifiesto en el que arefleja que ve con mucha preocupación el lanzamiento al mercado de un nuevo producto por parte de aceites (Borges Pont) que no cumple la normativa vigente. Se trata de una mezcla de aceite de girasol y aceite de oliva virgen extra, que recibe el nombre comercial de Borgefrit, según figura en el apartado de “Novedades” de la página web de esta entidad.
La mezcla de aceites de oliva con los de semillas, como es el caso del de girasol, figura entre las prácticas prohibidas referidas a las industrias del sector a nivel español, de acuerdo con lo que establece la Reglamentación Técnico-Sanitaria de aceites vegetales comestibles. Se trataría, entonces, de un producto ilegal de acuerdo con la normativa española.
A nivel comunitario estas mezclas de aceites, declaradas y vendidas como tales, no están prohibidas pero son fuente de divergencia entre los Estados miembros. En cualquier caso tienen que cumplir que el etiquetado no debe inducir a error al comprador y, además, debe indicar la cantidad de los diferentes ingredientes que figuran destacados en el etiquetado.
En la práctica, además de España, está prohibida la fabricación para la venta en su territorio en Bélgica, Italia, Grecia y Portugal.
Desde las cooperativas agrarias de Cataluña se interpreta que estas mezclas en cualquier caso se aprovechan del prestigio reconocido, la imagen positiva y la calidad del aceite de oliva mientras que el valor nutritivo y los efectos favorables para la salud no son los mismos. En la práctica se estaría, entonces, confundiendo al consumidor y dañando la imagen general de los aceites de oliva.