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AMDPress.- El parón de la demanda por parte de los industriales envasadores, que se inició a mediados del mes de enero y se mantiene hasta ahora, ya se está viendo reflejado en el comportamiento de los precios del aceite de oliva en origen. Concretamente, el coste medio de esta materia prima ha pasado de costar 700 ptas/kilo en el mes de enero a poco menos de 630 ptas/kilo al día de hoy.
Según el Sistema Poolred, cada semana que pasa se pone de manifiesto el escaso interés comprador de la industria envasadora, que por una parte ya está observando una importante disminución de la demanda de la gran distribución, y que por otra mantiene unos depósitos llenos de aceites que de momento no tienen salida envasado, sobre todo porque el PVP de una botella ya ha superado la barrera de los 5 euros litro.
Así las cosas, no es de extrañar por una parte que los productores se hayan visto obligados a recortar sus ofertas de precios de forma paulatina todas las semanas, además de que cada día que pasa que no se mueve un sólo kilo se traduce en un inmovilizado muy importante.
Concretamente, algunos operadores de este mercado opinan que las cooperativas más importantes sólo llevan vendida una tercera parte de sus existencias en esta campaña, lo que también presiona a que los precios puedan seguir cediendo en el corto plazo. Además, en este contexto tan complicado se une ahora que los agricultores están pidiendo a las almazaras industriales liquidar las aceitunas entregadas al precio de las 700 pesetas del aceite en el mes de febrero, cuando actualmente ese mismo aceite vale 630/640 ptas/kilo. Lo que en gran modo puede suponer un grave descalabro económico para las almazaras.
Con estos precedentes, los altos precios que se han pedido hace dos meses pueden tener un efecto boomerang en el lado de la producción, porque si además llueve en los próximos días, como parece que va a llover según estimaciones del Instituto Nacional de Metereología, el cultivo del olivo puede recuperar sus niveles hídricos y en consecuencia tendremos una buena campaña el próximo año. Así, los tenedores del aceite no tendrán en las próximas semanas el argumento de que la nueva campaña vendrá corta, y además tendrán que dar marcha atrás de que la actual campaña era mala, porque las cifras de la Agencia para el Aceite de Oliva dicen todo lo contrario.
Mientras tanto, los consumidores tendremos que esperar todavía unos meses para que podamos ver reflejados en los precios venta al público la actual bajada de las cotizaciones en origen, porque el aceite que hoy está en el lineal fue comprado a precios altos y todavía hay mucho aceite guardado a precio caro.